Caballero y Cruzado, por siempre

Hay personas en distintas actividades que dejan una huella. Y como hincha Cruzado, debo decir que en mi equipo hay varios de esos, pero uno es el predilecto. Y es que cuando hablamos de Raimundo Tupper Lyon (1969-1995) no solo hablamos de un jugador de fútbol: hablamos de una persona íntegra, de alguien que en sus breves 26 años de existencia nos dio a todos una verdadera leccion de lo que significa ser un Cruzado Caballero.

Siempre un entrevistado cortés; un compañero ejemplar y un jugador límpio, al punto de no registrar ninguna expulsión en su carrera. Y además fue un triunfador. Un campeonato nacional (1987), una Copa Chile, una Interamericana. Y fue integrante titular del histórico plantel que nos diera la última final de un equipo chileno en la Libertadores, en 1993. Un tipo de esos que ganaba dentro y fuera de la cancha. Pintoso, pero jamás dio un escandalo extradeportivo por salir con tal o cual modelito. Lo suyo era la pelotita y con esa en los pies sabia bastante, como lo demostró con las dos únicas camisetas que usó en su vida: la de Universidad Católica y la de Chile.

Ese es un capítulo aparte. La selección chilena lo tuvo entre sus filas desde juvenil (el cuarto puesto en el Mundial de 1987) pero despues fue postergado, hasta la llegada de uno de los mas capacitados detés que ha tenido la Roja. En su breve paso por la banca nacional, Mirko Jozic siempre consideró al Mumo entre sus jugadores, y eso, viniendo de alguien como el europeo, es mucho decir. De hecho, hay una anécdota de ese periodo que acredita uno de los puntos que Jozic debe haber considerado: en el amistoso contra Francia, mientras la mayoria de los chilenos que entrarian a la cancha pensaba en pedirle autógrafos a Papin, Tupper fue el unico en llamarles la atencion: «pásenlo y haganle un tunel, olvidense de los autografos». Un crack. Tanto asi que en ese mismo partido una habilitación milimétrica suya a Iván Zamorano mediante su clasico centro a la carrera (marca patentada) significó el único gol nacional. ¡Toma cachito de goma!.

Un grande con todas sus letras que una fatídica jornada hace exactos quince años nos dejó. Pero solo físicamente, porque Raimundo Tupper, el Mumo, un verdadero amigo colectivo de los hinchas de la UC, en espiritu solo pasó de la vida terrena a la inmortalidad.

Cuando un amigo se va – Alberto Cortés

Acerca de Letrado de campo

Un abnegado trabajador del Derecho que lucha por escribir mientras el tiempo le cunda, de todo un poco: política, deportes, cultura, historia... una ensalada de temas con una vision muy particular.
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